Las grandes dificultades que sufrían y el avance de los independientes luego del armisticio fue una situación irreversible. Sabían de los indetenibles logros que alcanzaban los patriotas…
La postura de varios jefes españoles ante la batalla de Carabobo, el 24 de junio de 1821, evidencia que no obstante el resultado de la acción desfavorable para ellos, la guerra no había terminado y conservaban la esperanza de recuperar a Venezuela.
Las grandes dificultades que sufrían y el avance de los independientes luego del armisticio fue una situación irreversible. Sabían de los indetenibles logros que alcanzaban los patriotas pero recordaban que: “… 10.000 hombres que estaban prestos a venir de España antes de acabarse el armisticio…”. Un año después de la decisiva acción militar y política, en junio de 1822, el general La Torre indicó que se estaban reuniendo: “…fuerzas en Vigo para enviarlas en auxilio del ejército expedicionario”.
Los realistas se dirigieron al Congreso de las Cortes y a la Gobernación de Ultramar en marzo de 1822 denunciando: “el estado miserable del país después de 12 años de guerra” y apuntaban: “…tras la acción desgraciada de Carabobo, el ejército expedicionario de Costa Firme, la marina y todas las autoridades estaban reducidos al recinto de Puerto Cabello” y reclamaban que: “la nación, los había puesto en la peor de las situaciones”.
En sus comunicaciones, describían los episodios de la guerra, sus movimientos, sus relativos éxitos, sus fracasos: “la ciudad no pudo defenderla el gobernador, por hallarse invadida hacia Casicure por una división del general Urdaneta”; “… el día 14 habían ocupado los enemigos Caracas al mando del general Bermúdez, pero había sido recuperada por el brigadier Morales el día 26”. Destacaron el parcial éxito Pereira al tomar a Caracas el 23 de junio de ese año, pero al día siguiente Carabobo, implacable y decidida, dictaría su juicio.
Se quejaban de que: “las continuas peticiones de su antecesor y suyas para que les enviasen socorros de la península, no habían surtido efecto, y de que nada se podía esperar ya de la Habana ni de Nueva España, no podía hacer otra cosa que salvar los restos de la tropa confiada a su mando”.
Carabobo significó el episodio decisivo de nuestra independencia, los sucesos posteriores ratificaron sus consecuencias.