¿De dónde somos los hombres y las mujeres? ¿terrícolas o… de Marte los Hombres y las Mujeres de Venus? Tratamos de averiguarlo en una agradable comedia presentada en el Teatro Talía de Valencia, una de las salas más cotizadas de la ciudad española.
Intentando descubrirlo en la interpretación de Paul Dewandre, disfrutamos distintas situaciones graciosas: si los hombres somos racionales y ellas emotivas; si nos comunicamos o no como ellas quieren; si los hombres podemos realizar múltiples tareas; si merecemos su confianza y si oportunamente sabemos darle nuestras atenciones. Ah… y algo importante: si somos capaces de ofrecer lo que ellas esperan de nosotros porque, al final, como lo decía el actor: “un detalle no dura todo el año”.
Episodios diversos de la vida cotidiana con los hijos, en el auto, en el hogar, en los viajes, todo demuestra la variedad y complejidad las relaciones de pareja. “Llegar a la casa y darle un abrazo”; “¿tú me quieres después de dos semanas en Hawái?”; “¿Cuántas veces te lo voy a decir?, son expresiones comunes que recuerdan situaciones que a todos nos ocurren.
Ante este monólogo picaresco y divertido comprendemos que somos diferentes y debemos: “buscar el lado positivo”, escucharnos, entendernos: “no cortar el curso de la ola”, apreciar que: “no todo lo que se dice es una crítica”, valorarse, reconocerse, amarse y mientras una mujer es comparable con: “un jardín” y un hombre con: “un delfín”, como expresa la obra y nosotros avanzamos en: “nuestros procesos mentales” y ellas en el suyo: “aprendemos todos a ser bilingües”, aprendemos a vivir en pareja y a llevar adelante nuestras relaciones y encontrar, no obstante de que somos diferentes, la certeza podemos ser el uno sin el otro.