José Félix Díaz Bermúdez
Con un nuevo triunfo electoral, al margen de la prohibición constitucional para la reelección, Najib Bukele ha asumido la presidencia de El Salvador, quien ejercerá su segundo mandato entre el 2024-2029.
Su mensaje ha sido claro: haber logrado que El Salvador sea un país diferente en materia de seguridad.
Señaló 3 elementos claves que contribuyeron a este éxito: la ayuda de Dios, el trabajo del gobierno y el apoyo del pueblo.
Ejemplificó la situación con el caso de un paciente que logró superar el cáncer y los malos tratamientos médicos. «El Salvador cambió para siempre«, afirmó, prometiendo: «que el camino será irreversible» refiriéndose a la Economía, nuevo reto de su futura gestión.
Anunció al respecto que tomará duras decisiones en los próximos 5 años, pero que alcanzarán buenos resultados.
Para conseguir estos objetivos pidió el apoyo popular, y tomó juramento de: «no escuchar a los enemigos del pueblo«.
En su mensaje, centrado en su personalidad y en descartar las posiciones de los críticos, refirió que en materia de seguridad se produjo un: «milagro» y resaltó lo siguiente:
- «…aquí vinieron expertos internacionales que decían que así no se podía solucionar el problema de las pandillas…».
- Luego de quitar: «al Fiscal anterior y a los magistrados» : «éramos el país más seguro de la región«, y promete que para el año 2024, El Salvador sería el: «país más seguro del hemisferio occidental«.
- Para obtener nuevos éxitos en otros sectores, solicitó que se defendiera: «a capa y espada» cada una de sus futuras decisiones. «La sociedad salvadoreña sigue enferma pero no tiene cáncer«, afirmó.
- «Vamos a enfocarnos en los problemas importantes: la Economía» y para asegurarlo centrará en tres (3) situaciones: «la guía de Dios; el trabajo incansable del gobierno; y que el pueblo vuelva a defender a «capa y espada» cada una de las decisiones que tomaremos».
Indicando que el país se enfrenta a un nuevo paradigma y que: «toda Latinoamérica nos ve ahora«, el mandatario no se refirió a otros aspectos de su nueva política gubernamental, pero señaló que se debe: «combatir la mentalidad del pasado, lo público debe ser mejor que privado«, y que hay que «construir algo bueno para el pueblo«.
Objetado por organizaciones de derechos humanos por los procedimientos empleados en materia de lucha contra las pandillas, y por la oposición que lo tilda como un hombre autoritario, Bukele obtuvo el contundente respaldo del pueblo salvadoreño con un 82 % de los votos, superando el 53% que había alcanzado en su primera elección.
