Adriani nos indicó tempranamente que el petróleo implicaba una riqueza precaria y que el mismo: “dejará un vacío enorme en nuestra economía, el día que se agote…»
Leer, analizar y recordar las consideraciones y el aporte que el ilustre venezolano Alberto Adriani hizo al pensamiento económico de Venezuela en el año 1936, observar la evolución que seguimos por décadas y la situación actual del país, nos sugiere reflexiones críticas, la determinación de nuestros errores, la tentativa de rectificaciones, la necesidad de nuevas orientaciones para el futuro.
No obstante el surgimiento y desarrollo que empezaba a tener la Industria Petrolera y su impacto en el resto de los sectores económicos y en particular en la vida social nacional, Adriani tuvo de manera preclara la visión sobre lo que debía ser el desenvolvimiento del país al describir nuestra realidad, los elementos que en ella se orientarán y la necesidad de establecer y resguardar la actividad productiva de todos los sectores.
Al considerar como el petróleo adquiría un creciente protagonismo con múltiples efectos en la sociedad, no dejó de advertir la conveniencia de que Venezuela no perdiese su condición como un país agrícola y que no obstante que aquel adquiría notoriedad y aportaba: “cuantiosos recursos al erario nacional” y representaba cada vez un factor dinamizador de las zonas en el cual se explotaba, presagió que: “Cuando se agoten los yacimientos, las regiones petroleras volverán a su anterior condición de desiertos, si entretanto no han desarrollado otras fuentes de riqueza”.
Adriani nos indicó tempranamente que el petróleo implicaba una riqueza precaria y que el mismo: “dejará un vacío enorme en nuestra economía, el día que se agote, si para entonces no hemos desarrollado suficientemente otras fuentes de riqueza”.
El destacado economista se apoyaba en el conocimiento que tenía sobre Venezuela y lo que había alcanzado desde la colonia en materia de agricultura y ganadería, las propiedades de su suelo, la costumbre de su gente, su clima, la tradición y potencialidad de la Venezuela rural.
Preocupado por la situación miserable e insegura de la población campesina, no solamente advirtió sus males y sugirió su reivindicación, sino también, evaluó la significación de otros sectores, las clases: “más productivas” sin las cuales no se desarrolla un país y que junto al resto de la población debe ser estimulada y protegida para alcanzar en su conjunto una justa redistribución de la riqueza.
Al constatar como hemos perdido lugar como país petrolero, alterado el crecimiento económico, la relación constructiva con el capital, la conservación de los recursos humanos, los sindicatos y la productividad, la historia reconoce la obra del Dr. Alberto Adriani cuya labor está vigente.
