Un Verso para el Mariscal Sucre

José Félix Díaz Bermúdez

Cantar a un héroe es hacerlo a su virtud, a su ejemplo, a su historia, y cantar a la noble presencia del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, es hacerlo, en sentido de plenitud y grandeza, a la libertad, a la justicia, a la América toda, al heroísmo generoso y actuante que vence a los tiranos y proclama los derechos sagrados de la humanidad, reivindicada noblemente por sus actos.

Cantar a Sucre es cantarle a su pueblo, a la patria en la ilimitada extensión de sus angustias y de su sufrimiento, a la lucha sagrada de sus hijos, a su paz, a su esperanza, a su destino, el destino glorioso combatido y previsto por un Libertador para quien la patria lo era todo y a ella se entregó noble y desprendidamente. Por ello, los pueblos lo bendicen en la infinita América donde sus libertadores andan aún en marcha, aún andan librando las batallas que inspiran a los hombres nuevos en las causas generosas por las que nos falta aún vivir, nos falta aún morir…

Dejamos pues aquí un verso de mi autoría para Sucre…

A Sucre

Fue tu vida tan hermosa,

Vida sublime, grandiosa!

Nos distes la libertad

Con tu noble humanidad

Venciste al imperio hispano

Y nacieron de tus manos

Naciones, varias naciones

Que te ofrecen bendiciones

Desde Quito al Potosí

¡Que lejos fuiste de aquí…!

De Cumaná te marchaste

Y al enemigo encontraste

Fiero y dominador,

Pero fuiste vencedor

Entre volcanes y sierras,

Y las batallas que dieras:

Pichincha fue la primera

Ayacucho fue después,

Y derrotas cada vez

A la tiranía artera.

“Ay Cumaná quien te viera”

 

Allá va su Mariscal

El más digno general

De cuantos Bolívar tuvo

Sembrando paz donde quiera

Virtudes por donde anduvo

Como flores en el campo

“Tanto Monta, Monta Tanto”

Dice su espada procera.

 

Ay Mariscal quien te viera

Regresando a Cumaná,

El aire, el mar, el pueblo recibiera

Tu palabra y tu verdad,

Pero Berruecos se opuso

Dicterios de la maldad,

y en tu muerte acabaría

Colombia, la libertad,

Bolívar terminaría

En la peor soledad.

Facebook
Twitter
LinkedIn
Telegram
WhatsApp

Deja una respuesta

Ultimos articulos