José Félix Díaz Bermúdez
(Imagen Iglesia Católica en Nigeria)
Al evaluar el desarrollo vertiginoso de los sucesos actuales y, en particular, el desencadenamiento de graves conflictos nacionales e internacionales, uno de los hechos más preocupantes que ha surgido en los últimos años, es la persecución a los cristianos por parte del fanatismo, el extremismo, la intolerancia de grupos que buscan imponer una cultura sobre otra desconociendo valores esenciales y las creencias de otros pueblos
(Imagen bombardeo sobre Iglesia Católica en Gaza)

Este fenómeno lo estamos observando en países de Europa que sufren actualmente los efectos perniciosos de una invasiva y desintegradora inmigración que intenta desestabilizar a los países, generar conflictos internos, distorsionando con fines aviesos el sentido superior de las religiones.
Esta situación que según estimaciones especializadas involucra a más de 380 millones de cristianos, incluidos los católicos, constituye la presencia de un hecho de magnitudes incalculables que pareciera replantear épocas terribles de la historia que la humanidad logró superar.
Ningún Estado que aprecie tener una Constitución fundada en principios elementales de profunda tradición humanística excluye, ni podría excluir, la libertad religiosa, derecho fundamental de todo hombre, sustento de la espiritualidad y de la convicción frente a Dios.
(Ataque a templo católico)

El “Índice de Persecuciones de los Cristianos 2025”, publicado recientemente y que recoge datos correspondientes desde el año 2023, expresa que la situación se ha incrementado peligrosamente, y se está manifestando en más de 50 países de África, Asia y en algunos de América.
Las naciones en las cuales se han presentado los más graves problemas son: Etiopía, Nigeria, Myanmar, India, Afganistán, Paquistán, Irán, Arabia Saudita, donde miles de personas han sido asesinadas por el hecho de ser cristianos.
(Ataque a templo católico en el Libano)

Igualmente, otras en los cuales se denuncian frecuentes casos de persecución y agresión contra los mismos son: Egipto, Mauritania, Marruecos, Congo, Mozambique, Tchad, Kazkahstan, China, Laos, Vitnam, Bután, Omán, Colombia, Cuba, México, entre otros, tal y como lo señala la organización: “Puertas Abiertas”.
Según el Annuario Pontificio 2025 y el Annuarium Statisticum Ecclesiae 2023, el número actual de católicos en el mundo supera los 1.406 millones observándose un importante incremento en África y en Asia en donde está surgiendo un importante grupo de nuevos sacerdotes.
La influencia de grupos islámicos extremos -ajenos a los verdaderos postulados del Corán- como los Fulani en Nigeria, por ejemplo, son responsables del reciente asesinato de 200 cristianos y están cometiendo los peores atentados contra la población.
(Ataque a templo católico)

Esas sectas formadas y estimuladas por el fanatismo y el radicalismo, cometen no solamente actos contra la libertad religiosa sino contra la vida, la libertad de pensamiento, de conciencia, los derechos de reunión y organización, la paz, la integridad y a la dignidad humana, entre otros, amenazando y degradando cada vez más la convivencia y la pluralidad.
Creer o no creer es un derecho fundamental irrenunciable y que forma parte de la escogencia que cada uno realiza. En nuestro caso, como católicos, apreciamos el llamado ecuménico y conciliador de nuestra Iglesia, la Iglesia universal fundada por Cristo, así como la condenación de estos sucesos cometidos contra la fe religiosa en todas partes del mundo.
(Ataque en templo católico en Damasco)

Numerosos episodios han ocurrido a lo largo de estos últimos años: sucesos como los ocurridos en Orissa, India, han sido condenados por el obispado del lugar por constituir, así como otros: “una violación flagrante de los derechos constitucionales y de la dignidad humana”, mientras que, además: “la creciente tendencia a la violencia colectiva supone una grave amenaza por la situación de los musulmanes rohinyá a la coexistencia pacífica”.
(Protestas por la violencia contra los cristianos)

Otros acontecimientos más como los ocurridos en Burkina Faso o en Paquistán, son testimonios de ese tipo de inadmisibles violaciones.
Resulta intolerable que en el mundo del siglo XXI que ha vivido guerras raciales, exterminio de poblaciones, desapariciones y crímenes por razones religiosas, culturales y políticas, continúe y se multiplique esta realidad sin respuesta efectiva por parte de los gobiernos y que el ataque a la religión católica y otras cristianas sea una práctica frecuente.
La lucha entre culturas y religiones desconoce abiertamente la esencia de las mismas y, en tal sentido, en el caso del Islam, de acuerdo a su verdadera doctrina se proclama que: “No debe haber coacción en la religión. Ciertamente, el camino recto se ha distinguido del error”. (Sagrado Corán, Capítulo 2, Versículo 257).
(Los papas Pablo VI y Francisco con representantes de la Iglesia Ortodoxa) 
La Iglesia Católica, universal y ecuménica, superando viejas concepciones, ha avanzado con firmeza a favor de la tolerancia religiosa, la libertad, la convivencia y el entendimiento entre todos los seres humanos y entre todas las creencias.
Así lo deben defender y sostener también cuantas religiones persigan el amor entre los hombres, la tolerancia, la espiritualidad y el encuentro con Dios como guía de nuestras vidas.
(El papa León XIV y el Patriarca de Constantinopla, Barlolomeo)

(Tomado de El Universal, Venezuela, 05/10/2025)






Esta entrada tiene 16 comentarios
Abogado José Félix, Me parece muy interesante su artículo. Puedo inferir en la lectura que este ataque contra la cristiandad afecta a la sostenibilidad social y al concepto de paz y coexistencia, tomando en cuenta que el objetivo número 16 de ODS nos indica sobre la paz, justicia e instituciones sólidas. Este artículo lo comentamos hace poco en clase de ecología sobre su relación que tiene con la sostenibilidad y la profesora mencionaba mucho sobre la afectación que esto puede tener sobre el pilar social. Yo pienso también que afecta lo económico ya que el capital que se invierte para recuperar estas instituciones religiosas (afectadas por inconciencia de otros) puede ser destinado a elementos mas abstractos y tangibles sobre la regulación de los límites planetarios.
Muchas gracias y muy cierto, una forma de insostenibilidad social que se agrava día a día en distintos aspectos.
Buenas!
Cometer actos como los que son mencionados en este artículo, impulsados por el extremismo y la intolerancia son de verdad una amenaza directa a la convivencia pacifica y dignidad humana. Sin respeto a la diversidad cultural y religiosa, es imposible construir comunidades y naciones verdaderamente sostenibles a largo plazo.
Muchas gracias Jesús por tu comentario, muy cierto.
Denunciar estas injusticias los ayuda a proteger su libertad religiosa y a que todos puedan vivir con su fe, seguridad y respeto.
Muy importante articulo, abogado.
Pienso que ademas de lo discutido en clase de el el impacto economico y social que tienen, y su relacion con los ODS, los conflictos en si tienen un efecto negativo y destructivo para el ambiente. Los escombros, explosivos, municiones etc contaminan el suelo y el aire. Poco se habla de las consecuencias medioambientales causadas por ataques como estos.
Muchas gracia Daniela, muy cierta tu apreciación, además crea un clima social insostenible.
Esta lectura habla sobre los ataques en contra del cristianismo, estos ataques son una amenaza muy grave para lo que llamamos sostenibilidad, ya que afecta en muchisimas maneras a los pilares que definen lo que es la sostenibilidad, social, ambiental, economico. Este grave problema afecta el ambito social, debido a que no se respetan las creencias de las demas personas, atentando contra los derechos humanos, incluso terminando en masacres por la persecucion de las personas que practican eta religion. Se afecta tambien en el ambito medioambiental por la contaminacion y destruccion que se genera en el uso de armamento con el fin de realizar actos violentos contra estas personas, y del ambito economico claramente tambien se ve afectado por la destruccion de arquitectura, malversacion de fondos de parte de gobiernos que esten corruptos y en contra del cristianismo, compra y venta de armamento ilegal,etc. En resumen la persecucion de grupos armados en contra del cristianismo no es solo un ataque directo a la sociedad y a la cultura que se practia, si no tambien que esto desencadena mas consecuencias y termina afectando la sostenibilidad de un pais ya que como dijo la profe en varias clases, todo se relaciona con todo.
Muchas gracia Paulo por tu interesante comentario. Totalmente de acuerdo con tus observaciones.
Este tipo de ataque religioso estan más relacionados con los conflictos bélicos de lo que imaginamos ya que estos suelen ser un detonante para que empiece una guerra. Los conflictos bélicos se llevan acabo ya sea por la lucha por recursos naturales y económicos, diferencias ideológicas y políticas, rivalidades territoriales, desigualdades sociales y étnicas; entre esas diferencias ideológicas este tipo de ataques a religiones como la cristiana no son un caso nuevo, más ello no justifica la denigración del sistema de creencias de una persona ya que todos tenemos derecho a decidir tener o no una figura como la de Dios en nuestras vidas.
Esto sin contar el impacto ambiental que causan este tipo de crímenes de odio: la contaminación del agua, suelo y aire, la degradación de los ecosistemas y la pérdida de la biodiversidad de la zona; estos no son asuntos que se pueden tomar a la ligera puesto a que nuestro futuro dependerá de como tomemos acción para evitar este tipo de conflictos desafortunados.
Por otro lado, me gustaría terminar mi comentario con el impacto económico de este tipo de conflictos; cuando estos ataques religiosos desencadenan guerras agravan una serie de tendencias económicas mundiales adversas preexistentes, entre ellas la creciente inflación, la pobreza extrema, la muerte de todo aquel que defiende sus ideológicas religiosas, la creciente inseguridad alimentaria y la desglobalización.
«La paz no es simplemente la ausencia de conflicto; la paz es la creación de un entorno en el que todos podemos prosperar»
– Nelson Mandela
Muchas gracias Annie por tu acertado comentario y la excelente cita de Nelson Madela. Un abrazo.
Se me hace muy interesante la lectura, ya que la situación de los ataques contra el cristianismo y como se presentan los hechos y datos en este articulo hace que me preocupe, pues personalmente me parece algo que tiene un gran impacto en todos los ámbitos, incluyendo por supuesto las bases de la sostenibilidad.
A mi parecer esto tiene un impacto muy negativo en la sostenibilidad social y cultural, ya que esta persecución y asesinato de cristianos, no solo es una gravísima violación de los derechos humanos, sino que también al imponer su cultura violentamente sobre las demás, están atacando directamente a la convivencia y tolerancia de una nación y reduciendo la libertad de creer de las personas. Además de por supuesto representar un peligro contra la economía y el ambiente pues estos ataques a iglesias y templos, tienen un impacto negativo en la economía por la perdida o el daño de estas instalaciones y esto a su vez puede impactar negativamente en el ambiente.
Por todo esto me parece que el impacto de los recientes ataques contra el cristianismo, es muy grave y representa un problema para la sostenibilidad.
Muchas gracias Nicolás, ciertamente es un problema que se agrava y que debe terminar.
mi opinión personal es que, veo que la persecución religiosa es un acto de extremo insostenibilidad. y no es un problema del pasado, es un problema del presente que nos dice que si no podemos garantizar la paz y el respeto básico entre las personas, ningún otro objetivo de desarrollo como el crecimiento la lucha contra el cambio climático o cosas así se cumplirán.
el artículo cita textos que promueven la tolerancia, nos recuerda que el camino hacia un futuro sostenible es el mutuo respeto y la acción efectiva de los países y estados para proteger a todos, sin importar en qué crean o respeten.
Muchas gracias por tu comentario. Es muy cierto, cada vez más vemos ejemplos de falta de sostenibilidad en muchos sentidos.