Robert Kennedy Jr., Candidato

José Félix Díaz Bermúdez

La campaña presidencial norteamericana que inicia actualmente su proceso de primarias, presenta entre sus aspirantes la candidatura singular, prometedora, novedosa, transformadora, del abogado y ambientalista Robert Kennedy, Jr.

Su origen familiar es distinguido y cargado de simbolismo al ser uno de los hijos del político y estadista demócrata Robert Francis Kennedy.

Recordar al finado “Bobby” Kennedy, su vida, su muerte cuando ya avizoraba ser el ganador de la nominación presidencial por el partido demócrata en el año 1968, es traer a la memoria a un gran ciudadano, a un gran líder, a un hombre valiente y visionario que supo comprender y anticipar los cambios que requería la sociedad de su país y cuya transformación inspiró encarnando, como lo hizo, la esperanzadora continuidad, con propio acento también, de la presidencia de su hermano el Presidente John F. Kennedy.

Su trabajo como Fiscal General; su acción en defensa a favor de los Derechos Civiles: el voto de los negros, la integración en las escuelas y en las universidades, la no discriminación en las instituciones públicas, entre otras materias, jerarquizan su transcendencia y legado político e histórico creador de un mundo mejor.

Su hijo, Robert Kennedy Jr., ahora se presenta en las elecciones presidenciales como candidato independiente. Es, sin duda, un demócrata renovador que estimula cambios significativos en la vida norteamericana.

Propugna importantísimas políticas: La existencia de un gobierno honesto; que la actuación de las Agencias Reguladoras sea realmente independiente de las asociaciones y entes que deben regular; la presencia y desarrollo de un gobierno en el cual, bajo un concepto más amplio, no solamente se excluyan a los individuos corruptos, sino que se salvaguarde a las personas decentes que se desempeñen rectamente.

Plantea, rehacer y fortalecer a las instituciones del Estado que son, tal y como afirma, el equilibrio y el sustento de la democracia. Señala además la necesidad de impedir que los agentes públicos terminen ejerciendo funciones en las corporaciones privadas a fin de evitar conflictos de intereses y malos manejos.

Se opone con firmeza al uso de la política para hacer dinero; exige abrir las instituciones hacia los ciudadanos para una participación real; defiende restaurar la integridad del gobierno en sus contenidos éticos y políticos.

Otro de los aspectos esenciales de sus varios planteamientos a favor de los grupos sociales, y en particular de las mujeres, se centra en el contenido y el alcance de los derechos civiles para restablecer de manera efectiva los mismos.

Se opone a la acción de las corporaciones farmacéuticas con respecto al manejo de la pandemia del Covid, y de cómo las mismas, a su juicio, violaron los derechos ciudadanos.

Contrario a las guerras inútiles y al fomento de las mismas, tal y como ocurren actualmente, Kennedy, destaca, por otra parte, que la libertad de expresión es la piedra angular de los derechos y libertades.

El propio planteamiento de una candidatura independiente al margen de los dos grandes partidos que disputan y se alternan el poder en los EE.UU, el republicano y el demócrata, le atribuye un carácter renovador y constructivo a la democracia y al debate de las ideas nacionales e internacionales.

No se opone al aumento de la riqueza, por el contrario, la estimula, pero aspira a una mejor distribución y la reducción del costo de la vida. Apunta a la necesidad de hacer más accesible y mejorar el sistema de salud pública; reclama superar las divisiones nacionales; alerta sobre la conveniencia de liberar al gobierno de la influencia corporativa.

Si bien es cierto que las tendencias electorales en los Estados Unidos, en el campo republicano, parecen favorecer al ex presidente Donald Trump, y en el demócrata, al actual presidente Joe Biden -cuyo gobierno ha sido bien aceptado y ha alcanzado importantes resultados-, según diversas encuestas, Kennedy partió, al presentar su candidatura, con una aceptación de un 20% entre los consultados.

Según la encuesta de la Universidad de Quinnipiac, Robert encabeza sobre Biden y sobre Trump con un 36%. De la misma manera, supera a ambos candidatos en la intención de voto de las personas entre 18 y 40 años de edad, tal y como lo indica New York Times Siena. Por último, la medición que realizó Harvard Harris, indica que Kennedy supera a los dos anteriores en favorabilidad del voto.

En todo caso, su candidatura significa un favorable y profundo cambio en la política norteamericana y la modernización de la democracia, inspirado en los altos ideales de su padre, Robert Kennedy, y de su tío, el gran presidente John F. Kennedy, baluartes admirables del mundo libre.

Jfd599@gmail.com

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Esta entrada tiene 3 comentarios

  1. Lucia

    Me parece Kennedy Jr.
    Un hombre que tiene muy claro lo que necesita EEUU
    Que muy bien puede seguir el legado de su padre
    Y que sería un cambio muy necesario en estos momentos para ese país
    Para que rompa con la cadena de continuidad que vienen haciendo los presidentes que hasta ahora han gobernado EEUU.

  2. L F Blanco

    Lamentablemente ha asumido el irresponsable papel de integrarse al coro de los «Antivacunas»

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