Los Nazarenos de Felipe de Ribas

 

 

Nazareno de San Pablo, Caracas, Felipe de Ribas.

José Félix Díaz Bermúdez

Felipe de Ribas (1609-1648) y su hermano Gaspar, fueron unos muy reconocidos imagineros españoles cuyas obras trascendieron en la segunda mitad del Siglo XVII, en aquella Sevilla tan importante para España, tan fundamental para América. No solamente hicieron piezas individuales admirables sino también formidables retablos como aquel del Convento de San Clemente, entre varios otros, que inicialmente no pudo ejecutar por desacuerdos con la Abadía el gran maestro Juan Martínez Montañés.

Las cualidades artísticas de Felipe de Ribas eran también familiares por la obra de su padre, quien fue pintor, y por la de sus hermanos que seguían con provecho su mismo oficio. Había sido discípulo del imaginero Juan de Mesa quien fue también uno de los principales de ese tiempo.

Nos interesa mucho conocer sus trabajos individuales representativos de Jesús para apreciar su genio y, en particular, establecer las semejanzas con aquel Nazareno de San Pablo que tanta fe le tiene desde la colonia la gente de Caracas y, en general, de Venezuela.

De acuerdo a su breve biografía escrita por María Teresa Dabrio González: «Las imágenes de Cristo son las que mejor prueban su temprana relación con Juan de Mesa, frustrada por la prematura muerte de éste, aunque Ribas no alcanza la hondura dramática de su maestro; así sucede con el Nazareno de las Concepcionistas de Lebrija, y el Nazareno de la Misericordia de la iglesia de San Vicente (1641), que ha sufrido importantes retoques en época contemporánea. De sus imágenes son reseñables las que figuran en el retablo del Bautista de Santa Paula (1637), así como las esculturas que adornan los retablos de San Clemente y Santa Clara, ya citados».

Sin embargo, en mi artículo para El Universal titulado: «Felipe Ribas y el Nazareno de San Pablo» https://www.eluniversal.com/el-universal/4040/felipe-ribas-nazareno-pablo describimos esa singular relación entre la obra del artista, su origen, su presencia en Caracas y su significación para la ciudad -cuyo nombre se asocia a Santiago de León no obstante el absurdo hecho reciente de la eliminación de sus símbolos y honores originarios lo cual no desdibuja la nobleza de su nacimiento-.

También se le atribuye la obra: Nuestro Padre Jesús Nazareno (1641) que observamos aquí, considerada una de las imágenes más hermosas de Sevilla por su particular dulzura, rasgo similar atribuido a nuestro Nazareno de San Pablo.

Dos, tres piezas sublimes de uno y otro lado del atlántico que refleja nuestra singular riqueza cultural común a España y América.

Imágenes: 1) Nazareno Felipe de Ribas, Sevilla (Foto Maldonati).

2) Detalle Nazareno de San Pablo.

3) Crucificado, Felipe de Ribas.

     

     

     

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