José Félix Díaz Bermúdez
Conversaba a propósito de la celebración del centenario del nacimiento del gran ciudadano y expresidente ecuatoriano Sixto Durán Ballén con un gran venezolano, exparlamentario, demócrata cabal, expresidente de Proyecto Venezuela, exsecretario privado de la Presidencia de la República, descendiente del Gran Mariscal de Ayacucho, me refiero al dilecto amigo Jorge Sucre.
Jorge Sucre es un venezolano de excepción, ha sido actor y testigo de acontecimientos importantes de nuestra historia democrática; ha apreciado con sentido crítico el devenir de estas décadas y como diputado en un momento difícil en el Parlamento actuó con valor republicano.
Al evocar a Sixto Durán Ballén, nos refería Sucre el encuentro que sostuvieron en Quito en 1994. Fue en el año previo a la celebración del bicentenario del nacimiento del Mariscal. Dialogaron con gran cordialidad y el Presidente de manera directa y comunicativa le expresó a Jorge: “llámeme Sixto”. Se evidenciaba de esa forma un hombre que por encima de formalidades protocolares propias de su cargo buscaba la proximidad con la gente, la cercanía franca, sincera, útil.
Esta importante cualidad de la personalidad de Durán Ballén me fue referida de la misma manera por su hija Alicia al señalarme que era un hombre transparente, difícil y casi insólita condición en un político que fue primero alcalde de Quito y luego, años después, Presidente de su país al cual sirvió con alto mérito.
Jorge Sucre recuerda que lo acompañó en ese encuentro su hermano Sergio y un amigo ecuatoriano llamado Gonzalo Valarezo Luna. Los detalles de la participación ecuatoriana en los actos en homenaje a Sucre en Venezuela fue tema preferente de la reunión.
Jorge y Sergio Sucre dejaron grata huella en esa visita al Ecuador. Así me fue referido por personas que los conocieron y con los cuales compartieron aspectos relativos a la vida del Mariscal en Quito.
En esa nación la huella del Mariscal es fundamental. Se guarda su memoria con afecto; se veneran sus restos; se reconoce y admira su magna obra. Durán Ballén es parte de la historia ejemplar del pueblo ecuatoriano.
Jfd599@gmail.com