Guadalupe Hispánica

José Félix Díaz Bermúdez

Entre las advocaciones más sentidas de la sagrada virgen se encuentra en todo el mundo hispánico María de Guadalupe.

Entrañable como lo es para el pueblo mexicano, sin embargo, su historia se extiende mucho más allá de la aparición al indio Juan Diego en el año de 1531. Esa imagen morena que en México se venera y que tanto puede representar como fue la verdadera imagen de la madre del Señor, se observa en forma similar en distintas iglesias españolas. Existen varios lienzos suyos como por ejemplo, en el Santuario de Valladolid y, por otra parte, el que perteneció al Convento Real de Santa María de los Ángeles, el cual conserva hoy el Museo del Prado.

De la misma manera, una significativa talla en madera de la virgen data del siglo XII y es de estilo románico. Se cita también una del siglo I que fue elaborada por San Lucas y que permaneció enterrada con él y siendo llevada a Constantinopla con sus restos. Esa imagen sobrevivió los avatares de los siglos. Se dice que encontrándose la misma en Roma en el oratorio del papa Gregorio Magno, terminó siendo remitida a Sevilla, ciudad fundamental en la historia de la conquista y establecimiento de los españoles en América. La pieza había sido escondida durante siglos luego de la invasión musulmana del año 711.

Una referencia importante sobre la fe en esa advocación, es que Cristóbal Colón bautizó con su nombre a las islas de Guadalupe hoy francesas.

De Extremadura partieron hacia la actual América varios de los conquistadores y colonizadores más importantes como lo fueron Pizarro en el Perú, Núñez de Balboa en Panamá y Hernán Cortés en México portadores indudablemente esas creencias.

La fe en la virgen de Guadalupe extremeña data de 1326 cuando, de manera similar a como Juan Diego lo narró en su caso, se le apareció en ese año al campesino español Gil Cordero solicitando que se le construyera una capilla en un lugar determinado donde apareció milagrosamente su escondida talla.

Con los siglos la devoción creció así como el pueblo de Santa María de Guadalupe y su Monasterio que albergó a los Reyes Católicos varias veces y donde se sostuvo una reunión de los mismos con Colón.

A diferencia de México, en el Perú colonial, por ejemplo, asociada a una promesa del encomendero Capitán Francisco Pérez de Lezcano, existe una imagen de la virgen extremeña que se llevó a Pacasmayo en 1562, obrando ella allí numerosas bendiciones.

Con antecedentes extraordinarios en uno y otro lado del atlántico, la patrona de Extremadura es también la Reina de la Hispanidad y la Guadalupe mexicana es la Patrona de América, una sola María con advocaciones diversas pero unida a la historia común de nuestros pueblos con raíces profundas en el alma y en las tradiciones más sentidas en cada una de nuestras naciones.

Imagen autor Luis Toral González, México, 1951

Loading

Facebook
Twitter
LinkedIn
Telegram
WhatsApp

Deja una respuesta

Ultimos articulos