José Félix Díaz Bermúdez
El deporte como actividad humana, como fenómeno social, y más aún en la época contemporánea, se relaciona de manera directa con una gran variedad de contenidos. Su concepción, su desempeño, sus resultados deben evaluarse considerando las exigencias que supone la política, la sociedad, la ética, la filosofía, la conservación del medio ambiente.
En la determinación de lo que el deporte implica para todos debemos formularnos una serie de preguntas: ¿es sano? ¿es realizador? ¿estimula la realización del ser humano, su libertad, sus valores, sus ideales? ¿Es una actividad armonizadora con el ambiente y que equilibra la vida del hombre? ¿es sostenible y cumple los parámetros socialmente responsables?
El deporte moderno está obligado a asumir las consideraciones anteriores.
Factores como son la gratuidad versus la mercantilización del deporte, la participación de la política y la presencia de las grandes corporaciones, el uso de las marcas, bienes y servicios sin contradecir las finalidades últimas del deporte obligan a realizar de manera crítica y constructiva distintas valoraciones.
El deporte en esencia es un conjunto de disciplinas físicas con técnicas y reglas específicas en la cual se desarrollan las capacidades corporales pero es también un ejercicio mental.
Las disciplinas del deporte se han masificado en el mundo contemporáneo. Ello implica pues la existencia de una creciente infraestructura; de una industria que genera anualmente ingresos y gastos cuantiosos; constituye un gran impacto en la producción de bienes y servicios, en el comercio, en la calidad de las urbes y su ambiente lo cual genera diversos efectos.
El deporte entendido como una modalidad de expansión, crecimiento y desarrollo de la persona en lo físico y en lo mental, bien concebido y realizado, contribuye sin duda a la armonía del ser humano, con la calidad de las ciudades, la sociedad y el medio ambiente.
En materia normativa la relación entre el deporte y la sostenibilidad está contemplada en España en la Ley 10/1990 del Deporte que consagra la colaboración en materia de medio ambiente y defensa de la naturaleza entre distintas instancias y organizaciones.
Hoy, gracias a la posición asumida por los organizadores de los Juegos Olímpicos 2020 (pospuestos por la pandemia del Covid-19 para esta fecha del 2021), la sostenibilidad ha entrado por la puerta grande del deporte mundial. Este hecho de indudable trascendencia marca una ruta diferente y determina una serie de ámbitos vinculados con las actividades deportivas condicionados por la sostenibilidad: desde los principios rectores del deporte hasta las infraestructuras utilizadas; los lugares donde se realizan y las condiciones de participación de los atletas.
En el ámbito internacional, la resolución 70/1 de la Organización de las Naciones Unidas denominada: “Transformar nuestro mundo: la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible” (2015) expresa lo siguiente:
“El deporte es otro importante facilitador del desarrollo sostenible. Reconocemos que el deporte contribuye cada vez más a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, y que respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social”.
El contenido de esta resolución de la ONU se inspira en el contenido de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, que le son aplicables a la materia, a saber:
Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades.
Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
Objetivo 5: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Objetivo 11: Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.
No cabe duda que el deporte se subsume en todas y cada una de estas proposiciones y por ello: «el deporte también es un factor importante en el desarrollo sostenible».
Los Juegos Olímpicos Tokio 2020 fueron concebidos dentro de un acabado y estricto Plan de Sostenibilidad, tal y como se expresa el informe: «Sustainability Pre-Games Report Sustainability Highlight»: juykxnxjkjk19msywzad.pdf (tokyo2020.org)
Sus objetivos son: el respeto a los derechos humanos; una amplia participación de la mujer; el uso de electricidad con recursos renovables; la utilización de vehículos eléctricos con combustible no contaminante; la elaboración de medallas con productos electrónicos de postconsumo; la reducción del CO2; la existencia de árboles naturales, entre otros asuntos.
Lo que ocurre en ocasión a los Juegos Tokio 2020 es un ejemplo muy afirmativo para el mundo post pandemia que debe rehacerse con criterios de verdadera sostenibilidad.
*El autor es también Especialista en Responsabilidad Social Empresarial