José Félix Díaz Bermúdez
Al encontrarme en la casa en Valladolid en la cual Cristóbal Colón falleció el 06 de mayo de 1506, medito sobre la significación del personaje, sobre las tierras descubiertas, sobre la grandeza del Nuevo Mundo, sobre Venezuela y su destino.
Hay personajes y hechos históricos que alcanzan significación trascendente, magnos resultados, inexorables consecuencias. Este navegante genovés es uno de ellos, el hombre o el genio destinado por las circunstancias tal vez para realizar como lo hizo con efectos impredecibles para él y para todos descubrimientos, logros, avances extraordinarios que transformaron el mundo.
El mar mediterráneo significaba para Europa un espacio esencial y prometedor, necesario y relevante para el comercio, y, adicionalmente, para la conformación y expansión de la cultura occidental. Analizar profundamente las repercusiones mercantiles, sociales e históricas de Venecia, Génova y la Corona de Aragón, nos orienta hacia la explicación de ese mundo que se gestó y que vió surgir navegantes con las ambiciones y templanza de Cristóbal Colón.
Su experiencia, sus expectativas, sus estudios, sus relaciones, todo lo que representaba su tiempo y su ámbito, el lugar donde se encontraba y las exigencias comerciales y políticas de su época evidencian las tendencias de un mundo que emergía en la búsqueda de nuevas rutas para su imperativa expansión.
Y más allá del mediterráneo y las necesidades de los pueblos y de la civilización que en ella se conformó, está también la inminencia y grandeza del océano Atlántico que comprende a España misma y a nosotros sin saberlo. Portugal igualmente lo tenía frente a sí. Aquel mar impredecible inmenso e infinito, desconocido, representaba un reto para todos: las puertas del abismo o el comienzo de una travesía llena de posibilidades y descubrimientos. El estudio de estas materias con los medios científicos y geográficos que existían en el momento ocuparon la mente de Colón.
Portugal con su tendencia vanguardista en la navegación, inicialmente consideró el proyecto de Colón pero finalmente no fue aprobado. Mejor suerte obtuvo el futuro almirante con la Corte de Castilla realizando durante varios años sus gestiones ante funcionarios y eclesiásticos próximos a los Reyes. El genio, el interés, la visión de estos monarcas eminentes, en especial Isabel La Católica, posibilitó la magna empresa, permitió el acuerdo y se celebraron las capitulaciones respectivas que posibilitó el insólito viaje.
Aquella travesía que en 1492 se ejecuta por vez primera, cambió la visión y la comprensión del mundo desde entonces. España superando a todos los otros reinos, desarrolló por su determinación, carácter y audacia la iniciativa prodigiosa del descubrimiento que lo es en términos profundamente movilizadores e auguradores de un nuevo tiempo humano. Los efectos de este hecho se siguen gestando y desenvolviendo con impacto decisivo entre nosotros a lo largo de más de 530 años.
En un mundo multipolar pero que no deja de ser nacional y regional, comunitario a la vez que global, debemos advertir y resaltar en nuestro ámbito estricto lo que implica la hispanidad. No cabe duda a nuestro juicio que la conformación y desarrollo del mundo hispánico a lo largo de los siglos por su magnitud y alcance geográfico y cultural es una de las empresas más resaltantes de la humanidad.
Siendo propia de nuestro ámbito, enraizada como se encuentra en nuestra cultura, significativa como es para Europa y América, y para Asía inclusive porque la huella de España alcanzó hasta el Pacífico, no podemos ligeramente descartar todas sus consecuencias e implicaciones sin desconocer lo que somos, lo que debemos ser, lo que más nos identifica en nuestro obrar como pueblos históricos.
No somos asiáticos, no somos orientales, independientemente de la importancia de estas culturas. Pertenecemos a una entidad humana, histórica, racial, social, cultural específica, somos hispánicos y allí reside nuestra fortaleza y se potencia nuestra identidad.
El derrumbe de estatuas de Colón es un acto contra la historia, la manifestación irracional de una aversión que omite consideraciones esenciales de las causas y de las consecuencias positivas y útiles del descubrimiento y la conquista, de la evolución de nuestra historia, de las características enriquecedoras de lo hispánico y sus potencialidades actuales y futuras.
Se hace necesario fortalecer a nuestros pueblos en historia, valores, identidad y perspectivas de futuro para comprendernos y realizarnos debidamente.
jfd599@diazj
Esta entrada tiene 4 comentarios
CUANDO EL GENIO DE UNE AL INTERÉS SUCEDEN GRANDES ACONTECIMIENTOS ,COMO LO FUE DESCUBRIR NADA MAS Y, NADA MENOS QUE LA America
Así es, uno de los acontecimientos más importantes de la historia. Gracias por su comentario.
Muy interesante tu abordaje en este artículo sobre Colón. Me encanta leer sobre la historia y también me preocupa querer juzgar el pasado con las conotaciones del presente.
Muchas gracias apreciado Paolo. Un fuerte abrazo y muchos cariños a tu gentil familia. Siempre les recuerdo con afecto.