México es un país que por su historia, su cultura y ubicación geográfica en el continente americano, lo convierte en un referente importante para los países hispano parlantes. Sin duda, lo que está por suceder en México impactará positiva o negativamente en el resto de la región. Pues se trata del vecino más cercano a las potencias del Norte EEUU y Canadá, y sólo después de Brasil, es el país Latinoaméricano más poblado y económicamente más poderoso de América.
Este domingo 2 de junio el pueblo mexicano tiene la gran responsabilidad de definir su destino en los próximos 6 años, y la pregunta está sobre la mesa: ¿México seguirá consolidando la llamada 4ta transformación que inició el actual Presidente Andrés Manuel López Obrador con su partido MORENA? con un proyecto claramente populista e ideológicamente de izquierda o ¿volverá a tomar el rumbo anterior con la alternancia de los partidos políticos tradicionales PRI y PAN ahora con PRD? que en los últimos años se definió como un sistema liberal e ideológicamente orientado de centro derecha a centro izquierda (conocida despectivamente como la dictadura perfecta). Por otro lado, aparece una opción aún más fresca de la mano del partido Movimiento Ciudadano, con propuestas interesantes en materia de energías limpias y sostenibilidad, que goza de mucha aceptación en dos de las regiones más pujantes de México como son Nuevo León y Jalisco, cuyas capitales son las ciudades de Monterrey y Guadalajara respectivamente.
Antes de analizar las posibilidades de triunfo de los tres candidatos, es importante poner en contexto que nuestros países Latinoamericanos son todavía países presidencialistas, donde la mano del ejecutivo influye directa e indirectamente en las decisiones más trascendentales, la política dirige la agenda e impacta en lo económico, en lo social y hasta en lo electoral. La opinión o el deseo del primer mandatario puede llegar a imponer candidatos sucesores (llamados comúnmente en México “corcholatas”) y los incondicionales colaboradores del partido de gobierno al final del día terminan apoyando las sugerencias del líder asegurando así su lugar en el partido y en el equipo que conformará el próximo gobierno.
Ahora bien, en esta jornada electoral tenemos 3 candidatos claros:
Por la coalición Sigamos Haciendo Historia, conformada por Morena (partido oficialista), el Partido del Trabajo y el partido Verde Ecologista, la Dra. Claudia Sheinbaum, elegida por encuestas internas de Morena a finales del año pasado. Ocupó hasta ese momento la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y gozó de todo el respaldo del presidente de la República a lo largo de su período en funciones.
Por la coalición Fuerza y Corazón por México formada principalmente por el PRI, PAN y PRD. La ingeniero Xóchitl Gálvez, quien viene de ocupar un puesto en el Congreso de la Unión como Senadora. Conocida en la política por formar parte del Gabinete del ex presidente Vicente Fox a cargo de la Oficina para el Desarrollo de los pueblos indígenas.
Por Movimiento Ciudadano el joven Jorge Máynez quien se desempeñó como diputado federal del congreso de la unión hasta febrero de este año. Es licenciado en Relaciones Internacionales con estudios de posgrado en el Tecnológico de Monterrey mención Administración pública.
Todo apunta a que ésta será una elección entre dos mujeres, en primer lugar porque ambas candidatas están respaldadas por las coaliciones que representan a los partidos más fuertes y con más poder de movilización de gente. Y por otro lado, el interés del actual gobierno en incluir cada vez más mujeres en cargos públicos de importancia, con el propósito de actualizar a México rápidamente entre los países que ya presumen más igualdad de condiciones entre géneros, en un terreno dominado históricamente por hombres. Percibo que es un mérito más que quiere llevarse la 4T, para luego hacerse eco de esos cambios históricos.
Y aunque la propuesta de Xóchitl es muy amplia y atractiva porque abarca a todos los sectores, promete volver al modelo liberal en lo económico, retirar a las fuerzas armadas de obras y tareas de carácter civil para enfocarlos al combate del crimen organizado, la balanza se mantiene hacia la candidata del Gobierno como favorita, pues con su propuesta de darle continuidad a los programas sociales, su promesa de impulsar una reforma legal para la construcción de viviendas accesibles y seguir aumentando el salario mínimo, busca retener el voto de las masas que son los sectores más desfavorecidos de la sociedad mexicana. Sin embargo, cualquier escenario podría darse en el transcurso de las próximas horas, al final el pueblo con su participación es quien decide.