José Félix Díaz Bermúdez
La presencia de dos destacadas mujeres en las recientes elecciones realizadas en México y el triunfo de la candidata oficialista Claudia Sheinbaum (MORENA), de origen judío, no católica, de reconocida formación científica y trayectoria administrativa como exJefa de Gobierno de México, anuncia un cambio político en esa hermana República en la cual, tradicionalmente, los presidentes eran hombres, así como en la gran mayoría de los pueblos de América Latina y en el mundo. Significa pues esta elección un acontecimiento histórico por ser ella la primera mujer que alcanza la principal magistratura ejecutiva en esa importante Nación.
Claudia Sheinbaum, México
Definitivamente, la acción política y el ejercicio de las responsabilidades públicas en los más altos niveles, no es ni debe ser un asunto de género sino de competencias, trayectoria, liderazgo, valores, compromiso, proyecto de futuro, sí entendemos el poder como una tarea superior de servir y de involucrar a los más capaces, a los mejores ciudadanos, que puedan representar e impulsar los cambios históricos necesarios, la defensa de los derechos y las libertades, la modernización, el progreso, el bienestar general de los países y ejercer con dignidad, honestidad y buenos resultados su elevada misión.
Sheinbaum tiene una tarea exigente, compleja y primordial: asegurar el respeto a la Constitución de su país; el sostenimiento de las instituciones; la vigencia de la democracia descartando cualquier tentación autoritaria. Le corresponde enfrentar la inseguridad; el dominio del narcotráfico; la urgencia de desarrollar la energía limpia en una Nación con grandes recursos petroleros, pero donde la principal empresa estatal: PEMEX, es un ente cuestionado por sus deficiencias operativas, casos de corrupción y la politización de la empresa estatal.
Finalmente, la nueva presidenta mexicana, tiene el reto de ejercer un liderazgo propio, no subordinado al criterio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, su mentor político.
Debe gobernar, además, cumpliendo su primera promesa antes de asumir su mandato: respetar la pluralidad de su país y la participación de todos, incluidos los opositores.
No obstante el avance de la presencia de la mujer a nivel político como presidentas, primeras ministras, ministras, presidentas de parlamentos, directoras de organismos internaciones, regionales, nacionales y empresariales de significación, en la actualidad existen un total de 28 dirigentes femeninas en el mundo (ONU, mayo de 2024) que ocupan la función de Jefas de Estado o de Gobierno, en un total de 195 países, lo cual resulta un número inferior frente al resto de los mandatarios constituyendo la expresión de limitaciones y prejuicios en materia de oportunidades sociales, administrativas, culturales, económicas y políticas.
En la historia reciente existen mujeres destacadas que han roto paradigmas significativos al abrir nuevos espacios y generar los cambios necesarios en sus respectivos países y en el mundo, por ejemplo: Kamala Harris, exsenadora demócrata, actual Vicepresidente de los Estados Unidos, quien es la primera mujer de orígenes afroamericano y sudasiático que alcanza tan elevada posición; Angela Merkel, quien fue una de las más prominentes figuras de la política mundial al ocupar el cargo de canciller en Alemania; Ellen Johnson-Sirleaf, quien fue igualmente la primera en ser electa como presidente en Liberia, y en toda África, premio Nobel de la Paz y promotora del Desarrollo Equitativo. De la misma manera, en el mundo asiático, Park Guen Hye, quien lo fue también al asumir la presidencia en Corea del Sur; y en Taiwan, Tsai Ing-Wen, quien introdujo políticas modernizadoras de su país y propició la relación comercial con China no obstante los conflictos existentes entre ambas naciones.
Figuran igualmente en Europa otras mujeres resaltantes: Margaret Thatcher, quien fue primera ministra en Reino Unido (1979-1990); Mette Frederiksen en Dinamarca; Kaja Kallas, en Estonia; Giorgia Meloni, en Italia; Viola Amherd, presidenta de la Confederación Helvética (Suiza), entre otras en el lado oriental.
De la misma manera, se destacan en otras importantes posiciones: Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, y Christine Lagarde, Presidenta del Banco Central Europeo.
En otro escenario, entre las lideresas que pueden ser futuras presidentas en sus respectivos países y que sobresalen como defensoras de la democracia y de las libertades ciudadanas, con activa, creciente y significativa presencia, se encuentran: Isabel Díaz Ayuso, en España, y María Corina Machado, en Venezuela, las cuales son buenos ejemplos de una dirigencia renovadora que, en el último caso, se ha transformado para muchos que legítimamente la siguen en un símbolo para lograr un cambio democrático y pacífico, por la vía electoral, en nuestro país.
Pero si alguna representa un ejemplo de valor extraordinario y dignidad inquebrantable al enfrentar la adversidad política, la represión dictatorial, la violencia autoritaria en contra de su Nación, es Aung San Suu Kyi, en Birmania.
El mundo la ha reconocido mientras que en su país la reprimen y castigan. Ha recibido el Premio Nobel de la Paz, Premio Sájarov, Medalla Presidencial de la Libertad. Perseguida, acusada, encarcelada no obstante su avanzada edad, y quien habiendo sido objeto de 19 condenas judiciales por liderar y defender la democracia en su país, es una heroína, defensora de un pueblo sometido a un cuestionado y arbitrario régimen sancionado a nivel internacional por la constante violación de los Derechos Humanos.
Las mujeres, por sus indudables cualidades y méritos, independientemente de los países y condiciones sociales, cada vez más merecen asumir las responsabilidades públicas para las que sean destinadas y ejercer la conducción de sus países, en concurrencia con los hombres, para cumplir la acertada dirección del Estado a favor de las mejores causas que el mundo actual requiere.
Imágenes:
Principal: Aung San Suu Kyi, Birmania
Kamala Harris, Vicepresidenta de EE.UU. y Angela Merkel, Ex Canciller de Alemania
Ellen Johnson, expresidenta de Liberia y Park Guen Hye, Presidenta de Corea del Sur
Isabel Díaz Ayuso, España
Viola Amherd, Presidenta de Confederación Hervética y Christine Lagarde, Banco Central Europeo
Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea y María Corina Machado, Venezuela.
Kaja Kallas, Presidenta de Estonia y Giorgia Meloni, Primer Ministro de Italia.
Margaret Thatcher, ex Primera Ministra del Reino Unido y Mette Frederiksen, Primera Ministra Dinamarca.