¿La oportunidad perdida?


El 25 de octubre de 2020 casi el 80% de los chilenos aprobamos iniciar un proceso constituyente para redactar una nueva Constitución en el plebiscito con la mayor cantidad de votantes desde el regreso a la democracia en el país. Existía un ambiente de esperanza luego de un período de agitación social que se había iniciado un año antes y que casi había paralizado al país. Esto dio inicio a un proceso constituyente, en donde debimos elegir a 155 representantes para que redactaran la nueva Carta Magna, la que fue finalizada el 4 de julio de este año y votada este domingo 4 de septiembre. Pero, esta vez se impuso el “rechazo” con un 61,86% de los votos, es decir, los chilenos no aprobamos el texto que resultó del proceso.

Este resultado puede ser visto como una oportunidad perdida, sin embargo, es posible mirar el futuro de Chile de forma optimista. Si hay algo que dejó el debate previo al plebiscito es que los chilenos se tomaron el tiempo para pensar y evaluar el tipo de país que quieren tener y construir. Les ha quedado claro lo que quieren, así como aquello que no están dispuestos a transar. Así, a pesar de que una mayoría veía con buenos ojos la preocupación por el medio ambiente, la revalorización por los pueblos originarios y los derechos sociales que garantizaba la propuesta constitucional, también vieron con preocupación la creación de un sistema político que traería aún más inestabilidad y división en el país.

En las semanas previas al plebiscito las redes sociales y las escenas que se veían en las calles nos hacían sentir en un país polarizado, mientras que políticos populistas sobreexplotaban el miedo y la rabia, haciéndonos creer que existía una división profunda en la sociedad del país, por lo que esperábamos un reñido resultado entre ambas opciones. Sin embargo, los resultados nos permiten leer una realidad distinta. Hubo una alta participación impulsada por el voto obligatorio, cercana al 85%, lo que hace del plebiscito un hito democrático que permitió que fuera a votar aquella parte de la población que había estado fuera de la discusión, demostrando que la mayoría de los chilenos somos más moderados que lo que se percibía. Esto permitió que el rechazo se impusiera de forma categórica ante una propuesta de Constitución izquierdista. 

Durante el proceso, se forjó una unión en el centro político, en donde la centro derecha y la centro izquierda volvieron a encontrarse tras un período en que los extremos se habían apoderado del debate. Tras conocerse el resultado y luego de que distintos actores del país se pronunciaran sobre este, es posible percibir que existe acuerdo en que los chilenos debemos seguir trabajando por una nueva y buena Constitución, pero en conjunto, escuchándonos y valorándonos a todos, sin perjuicios y sin privilegios. Solo así Chile podrá recuperarse, pacificarse, y convertirse en la casa de todos. Y parece que lo podemos lograr.

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Esta entrada tiene un comentario

  1. José Félix Díaz Bermúdez

    Excelente visión de la realidad de Chile, un país que se agrupa mayoritariamente en el centro político y que quiere avanzar sin extremos
    Importante lección de la democracia chilena, el país que ayudó a formar Andrés Bello.

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