José Félix Díaz Bermúdez
Con encuentros en distintos países de la región: Brasil, Colombia, Chile, México, se están realizando y se realizarán importantes reuniones para exponer realidades, considerar medidas, objetivos, acciones inmediatas y futuras para asegurar en nuestro entorno latinoamericano la llamada: “Movilidad Sostenible”.
La presencia de ciudades contaminadas e intransitables con vehículos que despiden gases tóxicos a la atmósfera; los graves daños que se generan para la salud de las personas; los costos y efectos ambientales de los combustibles; la existencia de un cambio climático cada vez más amenazante para la vida en el planeta, obliga la adopción de un nuevo modelo urbano, ciudadano, industrial y productivo para crear ciudades más humanas, seguras, inteligentes y limpias, vivibles.
Ante los efectos negativos que se observan en materia de transporte la situación actual determina la urgencia de nuevos mecanismos y prácticas ante las cuales la tecnología ha estado aportado soluciones, tales como son: la utilización de vehículos eléctricos y de transportes subterráneos adecuados; la utilización de energía renovable; la fabricación de biocombustibles y de baterías eficientes; vías para las bicicletas; carros autónomos y conectados entre sí; robots para diversos usos; drones para el despacho; la sustitución de una manera de movilizarnos por otra sostenible y que ya se está comenzando a implementar en otras partes del mundo.
El proceso de descarbonizar el transporte es uno de los objetivos esenciales y la implementación de sistemas eléctricos se impone. De la misma manera, el caos del transporte público antihigiénico e inseguro debe ser sustituido por un servicio subterráneo de calidad; unidades de transporte limpias y controladas con tecnología; autoridades y organización ciudadana que garantice los derechos del usuario y del correcto tránsito.
Crear una política de movilidad sostenible y modernización del transporte público debe ser una prioridad de los municipios.
La ciudad se debe reorganizar. Nuestras urbes marchan solas en medio de la ingobernabilidad de la calle y el ritmo incontrolado de malos servicios. El transporte es una de las mayores deficiencias: inseguro, impuntual, desordenado, sin protección para el usuario, un parque automotor desactualizado.
Un cambio cultural se hace imprescindible para una movilidad sostenible. La salud en el transporte; la seguridad pública; el respeto al transeúnte; la estabilización de los costos y la mejora de la calidad; la formación del personal de transporte y el financiamiento de los cambios son todas materias para modernizar la operación y la movilidad en Venezuela en todas sus áreas.
Instrumentar el urgente rescate de elementos básicos: la señalización y los semáforos; el otorgamiento de financiamiento verde y la ejecución de programas con apoyo internacional; la sustitución del transporte deficiente; la incorporación de la tecnología vehicular; el apoyo a la innovación y ventajas impositivas a las empresas, emprendedores y municipios que se asocien a programas de sostenibilidad en movilidad.
La utilización de nuevas formas de energía; la observación ciudadana; el mejoramiento de la calidad de los servicios; la modernización del parque vehicular; la incorporación de la movilidad eléctrica; la integración de las autoridades del sector y la generación de políticas públicas para buena la gestión sostenible del transporte; el desarrollo de empresas de innovación y tecnología; el surgimiento de ciudades inteligentes, son parte de los objetivos que los principales países de América Latina se están planteando en este campo.
Colombia, en acuerdo con Dinamarca, ejecuta un Plan Nacional de Desarrollo en materia de Movilidad Sostenible. Chile aprobó su Estrategia Nacional de Movilidad Sostenible. En Brasil los municipios, con apoyo de la Unión Europea, aplican la Guía de Buenas Prácticas en Movilidad Urbana Sostenible. Por último, México recientemente adoptando un nuevo modelo de Movilidad Sustentable ha aprobado la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial.
Nuevos valores y principios se exhiben en esta indetenible transformación: una movilidad sostenible que privilegia la calidad del ambiente, la seguridad, la tecnología en beneficio y protección de los usuarios, de los peatones, el verdadero objetivo de una buena política de transporte.
Jfd599@gmail.com
Foto: Santander Becas