En el año de 1973, logró combinar distintas cepas masculinas del cereal con otros brotes mediante un método denominado: “tres líneas” alcanzando crear un tipo de arroz de alto rendimiento
Más que mil discursos, más que mil promesas de insulsos dirigentes cuya obra no existe, ni representa un servicio constructivo a los pueblos que lo necesitan, muy distinto pues a la fanfarria inútil de tantos en la historia del mundo, es la vida, es la obra silenciosa y profunda, el bien que le ha hecho a la humanidad el gran científico chino Yuan Longping.
Mientras el mundo comunista bajo el gobierno de Mao Zedong se prometía realizar la campaña un: “Gran Salto Adelante” (1958-1961) al colectivizar la economía agraria sin lograr positivos resultados surgiendo inmediatamente graves situaciones de hambrunas que se extendieron en el país más poblado de la tierra, Yuan Longping trabajaba en su laboratorio tratando de encontrar una fórmula para hacer más productivos los sembradíos de arroz y obtener especies que fuesen lo suficientemente abundantes para asegurar el consumo general.
Longping, ingeniero agrónomo nacido en Pekín en 1930, graduado en el año de 1953 en la Escuela de Agricultura de la Universidad del Sudoeste, fundamentó sus célebres trabajos en las investigaciones de Gregor Mendel y Thomas Morgan, quienes afirmaron que la herencia era transmitida por los genes, a diferencia de los trabajos de Ivan Michurin y Trofim Lysenko, que indicaban que los cambios se causaban de manera directa.
En el año de 1973, logró combinar distintas cepas masculinas del cereal con otros brotes mediante un método denominado: “tres líneas” alcanzando crear un tipo de arroz de alto rendimiento.
No obstante su condición no partidista, las autoridades apoyaron sus investigaciones para generar variedades altamente productivas del llamado: “arroz híbrido” con el cual se multiplicó la producción y se superó la miseria alimentaria del país. En la actualidad, con éxito, el 60% de los arrozales sembrados en China son de las semillas ideadas por Longping.
Sus contribuciones al campo de la ciencia alimentaria y al bienestar de millones de personas han sido notables y aún se proyectan con otras posibilidades. Sus últimos estudios se orientaron hacia el desarrollo de plantas que tolerasen la salinidad, la creación de semillas transgénicas lo cual constituiría por sus importantes efectos una verdadera revolución científica, económica y social.
Debido a la guerra civil de su país su familia se estableció en diversas ciudades entre ellas Hunan. Falleció recientemente y recibió alto homenaje del mundo.
Yuan Longping es un hombre que ha pasado a la historia beneficiando al mundo con sus aportes científicos para enfrentar uno de los grandes males existentes: el hambre, desigualdad terrible de la humanidad.