Otra vida perdida…Innecesaria, injustificada, y trágicamente acabada. Una vida valiosa terminada en un segundo por la acción de criminales. Chris Baasch, un arquitecto competente, preparado, profesional, amante de la naturaleza y de nuestro país, perdió la vida el 24 de abril de 2021. Se cree que fue a manos de quien pretendía despojarlo de algunos bienes de su propiedad en su propia casa. El asesino debe ser alguien absolutamente inescrupuloso y sin valores que probablemente nunca logre entender el dolor que causaron sus acciones incluso a quienes solo conocimos a Chris Baasch a través de la triste noticia de su asesinato. ¿Quiénes se creen que son los criminales que se atreven a entrar en una casa ajena, interrumpir la paz, y terminar con la vida de alguien?. ¿Tendrán alguna idea de lo valiosa que es una vida?…Una simple vida es invaluable…Pero ellos no parecen entenderlo, ni saberlo ni sentirlo…
“Baasch nació en Estados Unidos y creció en el sur de California. En 1974, luego de graduarse de la Universidad Politécnica de California en Pomona como licenciado en horticultura ornamental, decidió viajar a Venezuela, país de donde eran sus abuelos. Después de un par de años se asentó en Carabobo”. Así se refieren al arquitecto Chris Baasch en un artículo en las redes. Ni siquiera era venezolano de nacimiento y, sin embargo, quería a este país como si siempre hubiera sido suyo. En Carabobo colaboró con el paisajismo del Aeropuerto Arturo Michelena, del Parque Jardín Botánico de Naguanagua y de las principales avenidas de la capital carabobeña, habiendo trabajado tanto en pequeños proyectos residenciales como en grandes obras ornamentales para empresas, centros comerciales y hoteles.
Me enteré de la noticia porque un amigo la compartió por nuestro chat de compañeros del colegio. Aún nos mantenemos comunicados después de tantas décadas. Realmente las amistades de la infancia son amistades de vida. Comenté en el chat: “Qué tristeza…gente competente, amante de la naturaleza y de nuestro país…y así vidas valiosas se pierden en manos de quienes ni siquiera entienden el valor de esas vidas que no tienen precio…”. Otro amigo contestó: “Es lo más triste…Un amante de nuestro país que apostó a seguir luchando por un cambio…La rabia es tanta…”. Le respondí: “Un dolor inmenso…el mismo que nos producen las injusticias diarias…pero no por ello perdemos la esperanza porque somos muchos los que amamos este país…de lejos o de cerca…”
Encuentro un artículo que indica que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) capturó al presunto autor material del asesinato, un joven de 27 años identificado como Cristian de Antonis Barranco, quien vivía en la misma urbanización en la cual vivía el arquitecto. Se considera hasta el momento el móvil del asesinato sería el robo.
Buscando más información en la red sobre la dolorosa noticia del asesinato de Chris Baasch, encuentro otras noticias que refrescan mi memoria y que ahondan mi pena. El arquitecto paisajista Ricardo Fuenmayor fue asesinado en la carretera San Casimiro-Cúa-Caracas el 13 de mayo del año pasado. El renombrado arquitecto diseñó el jardín ecológico urbano Topotepuy que he tenido la dicha de visitar y que siempre llena el alma de sus visitantes por su bello entorno, su flora y su fauna, incluyendo sus colibríes, y la cercanía con la naturaleza. Regresaba a Caracas después de trabajar en el proyecto de Farming Sostenibles en una finca cercana. En el vehículo se encontraban el chofer, tres jardineros y el arquitecto Fuenmayor. Les dispararon tratando de robarles y así, en un instante, acabaron con la valiosa vida del arquitecto Fuenmayor y generaron una gran pérdida para la sociedad y un gran dolor para muchos.
Consigo referencias a que la “Banda Pirañas del Sur” que opera entre Aragua y Miranda, sería la responsable de esta pérdida para la sociedad. Me pregunto si estarán presos y si será posible que lleguen algún día a entender conscientemente el daño irreparable que causaron sus acciones.
También encuentro artículos relacionados con el asesinato del arquitecto Enrique Sardi y de su esposa María Magdalena Muñoz el 11 de noviembre de 2020. Asesinados en su vivienda en Colinas de Guataparo, Valencia, también para robarlos. Enrique Sardi diseñó la Torre Empresarial y la Estación Monumental del Metro de Valencia, entre tantas otras obras. Un texto de Antonio Ecarri lee así: “Valencia pierde a uno de sus más insignes arquitectos y a un hombre íntegro, la violencia se lleva a Enrique Sardi y a su esposa…Cuánto dolor y cuánta indignación!”. Las investigaciones determinaron que habían sido personas con acceso a la vivienda quienes habían participado en el crimen. Si es correcto que fue el jardinero con otra persona, da más indignación aún que alguien que debería tener amor por la naturaleza se atreva a quitarle la vida a quienes le abrieron las puertas de su casa, le ofrecieron su confianza y le brindaron la oportunidad de trabajar y de ganarse la vida.
Indignación, dolor e impotencia…Tres arquitectos reconocidos, profesionales, trabajadores, contribuyentes a la sociedad, asesinados en el último año para robarles. Estos tres arquitectos asesinados dejaron sus huellas y por ello los recordamos y los recordaremos. Cuando veamos sus obras sabremos que fueron ellos quienes las diseñaron. Los honraremos porque vivieron vidas dignas y prestaron servicios a sus comunidades. Mientras tanto, con respecto a quienes nos privaron de poder seguir contando con ellos, con su trabajo y con su ejemplo, a quienes abusaron de su confianza, solo podemos desear que se haga justicia, que concienticen el nivel de su propia maldad y que logren aportar algo positivo a quienes les rodeen mientras vivan. Jamás podrán devolver lo que quitaron pero, por lo menos, tal vez puedan dejar algún recuerdo positivo en alguien y jamás volver a dañar en la forma en que lo hicieron.
Mientras tanto, sabemos que somos muchos los que amamos a este país, los que estamos dispuestos a trabajar por él y los que seguimos creyendo que la transformación es posible.
Agradezco la vida y el trabajo de estos tres arquitectos a quienes no tuve la dicha de conocer y también de la esposa del arquitecto Sardi. Pasan tantas cosas que no podemos evitar y que nos son tan injustas. Sin embargo, como dijo el esposo de una de las víctimas de un atentado terrorista en París, los criminales no lograrán que perdamos la fe ni que nos llenemos de odio. Si lo lograran, ellos habrían ganado. Mantendremos nuestros corazones llenos de amor y de esperanza, aunque la tristeza nos invada por momentos. Eligiremos la luz para que prevalezca sobre las tinieblas.
!Prendamos una vela y pasemos la luz!