José Félix Díaz Bermúdez
Luego de 16 años en el gobierno de Alemania se retira Ángela Merkel de su cargo como Canciller. Se marcha con respeto, lo hace de manera honorable, se aleja de la vida pública con el reconocimiento de su país y del mundo.
Bajo su autoridad y su ejercicio democrático Alemania no se destruyó, ni se transformó en una vergüenza internacional, ni se desacreditó por una conducta ajena a los deberes como jefe de Estado y como ciudadana. Por el contrario, consolidó el prestigio del país en materia política, económica, social, humanitaria como Estado decisivo e influyente en la vida europea.
Con grado en Física y con carrera académica e investigativa sostuvo un progresivo ascenso en su partido CDU del que fue Secretaria General en 1998 y luego Presidenta entre 2000-2018. Desde 1994-1998 fue Ministro Federal de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear. En el año 2005 fue nombrada Canciller Federal.
Sus logros han sido resaltantes: Fue exitosa su gestión cuando su país ocupó la presidencia del Consejo de la UE en materia del Tratado Constitucional y del Tratado de Lisboa. Igualmente, su actuación fue destacada en la solución de los graves problemas de Portugal, Grecia e Irlanda con motivo de la deuda europea y en materia financiera con respecto al rescate del Euro al asegurarse la estabilidad y a la solvencia de la región.
De la misma manera fue acertada su gestión durante la Crisis de los Refugiados de Siria y otros, ya que bajo su liderazgo Europa admitió más de 2 millones de personas, así como también su política nuclear luego del desastre causado en Fukushima (2011) al ordenar el cierre de plantas antiguas.
No obstante los negativos efectos que produce en Europa y en el mundo el Covid-19, surgido en China, su política ha sido afirmativa. Alemania es: “la mayor potencia económica en Europa y la cuarta mundial” tal como lo indica Santander Trade Marker, y el Fondo Monetario Internacional proyecta a pesar de la pandemia el crecimiento del PIB del país en 3,5% en 2021 y 3,1% en 2022.
Firme ante las denuncias contra Helmut Kohl por donaciones a su partido; política de vida personal sin excesos y sin acusaciones de corrupción, no es una líder autoritaria tal y como ella lo expresó: «Mi principio no es Basta, pero mi principio es pensar, aconsejar y luego decidir» y supo hacerlo al conducir a su Nación al bienestar y al progreso, al equilibrio democrático y al respecto internacional al cumplir una obra significativa.
En admirable gesto público, recientemente los alemanes salieron a las calles a aplaudirla y despedirla por su conducta y su legado. Es pasar a la historia con dignidad.
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Esta entrada tiene 2 comentarios
Muy buen artículo.
Es el reconocimiento a una lideresa que entendió su rol en la historia de Europa y tuvo el coraje y la habilidad política para sortear con éxito los obstáculos que enfrentó, pensando siempre en grande y con visión futurista.
Gracias y así es, supo pensar en grande y con visión de futuro como dices.