LA MUJER, CONSTRUCTORA DE PAZ ASPIRANDO EL PODER

Berna Pérez Ibarra

Las feministas buscan aliarse a otras en busca de sus iguales. A través del tiempo la mujer ha ido escalando escaños en la vida política, pero a la vez somos pulpos, sacamos tiempo para atrevernos a desempeñar cargos de poder político tanto de elección popular, como en la función pública, así mismo, manejar las responsabilidades del hogar y la familia como en la sociedad. Como corolario existe un machismo arraigado que todavía cree o no acepta la capacidad y el valor de la mujer en la sociedad.

Hemos demandado desde siempre nuestra búsqueda de ser reconocidas, no ser inferiores a los hombres.

En este tiempo donde la mujer aun con el empoderamiento a través del estudio, el empleo, la política, la mujer sigue estando en asimetría con el hombre, el cual no ha sido capaz de comprender los distintos roles que la mujer ha logrado conquistar y lejos de ser reconocida por su hombre o compañero, su pareja o esposo, en el entorno es despiadadamente castigada, con indiferencia, envidia y, lo último del violentómetro la muerte y muchas veces en manos de quien debería ser su mejor aliado.

En países como Irán, Afganistán, Siria, África hay desigualdad en las mujeres, y no nada mas en el aspecto político o pasional o en la vida en pareja, son desigualdades en los siguientes campos: la pobreza, el acceso al mundo laboral, la educación, la mutilación de sus genitales, el matrimonio precoz, el control del cuerpo y el acceso a la salud sexual y reproductiva.

En Venezuela, la mujer ha sido un sinónimo de historia de lucha, y en la actualidad la migración ha dejado cualquier cifra de hogares sin el equilibrio, hijos al cuido de abuelos, en busca de un mejor porvenir o brindar alimentación y calidad de vida a los que se quedan.

Paralelo a eso, las mujeres se han levantado en grito de esperanza que una mujer ha motivado, ofreciendo un mejor país y de trabajo, ya es bastante para lo que nos ha tocado vivir, esa es María Corina Machado.

Su historia no es nueva, por lo contrario, ha sido victima de lo ut supra indicado. Golpeada físicamente, burlada, rechazada, discriminada por mantener una posición política y defender ideas y sueños.

Graves problemas enfrenta la mujer y la familia: la deserción escolar, la nutrición de los infantes, la propiedad privada, salud y tener SORORIDAD.

Hoy MCM representa a muchísimas mujeres venezolanas y extrajeras que reconocen la valentía, la constancia, la lucha, la tenacidad en una sociedad que definitivamente necesita reprogramarse tanto los hombres como mujeres.